Espeleologia a la Tinença de Benifassà

Espeleologia a la Tinença de Benifassà

A la Tinença de Benifassà podem trobar diverses cavitats per a practiar el fabulós esport de la espeleologia. Totes elles són de curt recorregut però algunes de gran bellesa i també amb unes vistes impresionants. El relleu calcari del Massís del Port a fet que aquest estigui replet d’aquestes cavitats i a la Tinença en tenim una petita representació.

(Us recomanem que les visiteu amb tècnics esportius com VIUNATURA o amb experts d’aquest esport)

La Cova del Drac:

espeleologia tinença de benifassà cova del drac cova la puntassa TEXTE: Se trata de una cavidad de estructura laberíntica y sin apenas desniveles en su interior. Los primeros metros de la cueva están constituidos por un abrigo de 5 x 9 metros de boca y unos 10 metros de profundidad de visera. En la zona profunda se abren varias gateras. Dos conducen a pequeños recintos que no continúan. Una tercera de escasa altura (hay que entrar reptando) conduce a la cueva que es laberíntica y con gran número de columnas aunque de escasa altura. Hay coladas de calcita y muchos gours, algunos con agua. Se ha detectado cerámica neolítica y del bronce. Su recorrido real se aproxima a los 160 metros que se han grabado en el portal. Las concreciones son activas, sobre todo en la zona del fondo, pero recubiertas de una patina oscura que puede ser debida a la mineralización, puesto que no se advierten restos de fuego en el interior. Hay varias columnas rotas para abrir camino a otras pequeñas salas laterales. El suelo es arenoso. Según cuentan en el lugar hace más de doscientos años la Inquisición perseguía a un hombre que se refugió en la cueva. Los perseguidores montaron guardia en la puerta pero el hombre escapó por una galería estrecha que comunicaba el fondo de la cueva con la parte superior de la muela. Esta leyenda tiene algunos visos de realidad dado que en el extremo norte de la cavidad, existe una galería que se dirige al exterior, comunicando con una grieta en la pared de la muela, en su zona más estrecha, donde ascendiendo en técnica de chimenea, se puede alcanzar la parte superior de la muela Cavidad con bastante buena habitabilidad, pero con escondrijos cerámicos del Bronce en sus rincones más ocultos. En las excavaciones de Carmen Olària, se han detectado varios niveles de ocupación, desde el Neolítico hasta la Edad del Bronce, pasando también por el Neo-eneolítico. La ocupación de esta cavidad es posible que esté relacionada con las pinturas rupestres localizadas en la cercana Cova del Polvorí o dels Rossegadors. RESSENYA

La Cova de la Puntassa:

espeleologia tinença de benifassà cova del drac cova la puntassa TEXTE: La boca, de 7 metros de anchura por 6 metros de altura, es un abrigo importante con restos de cerámica del Bronce. Está constituida por una sóla galería descendente de 45º de inclinación, 4 metros de anchura y unos 80 metros de recorrido hasta llegar a una sala inferior con 2 niveles y caida de bloques. En la pared inferior existen algunas formaciones. A principios de los años 70, fue objeto de rebuscas incontroladas e incluso con el objetivo de practicar una «excavación clandestina planificada». La excavación sistemática del vestíbulo de la cavidad fue llevada a cabo por la Diputación de Castellón el verano de 1985 bajo la dirección de Vicente Palomar. En 1960 se realizó una excavación arqueológica de forma clandestina. Es en la zona vestibular donde se encuentra el yacimiento prehistórico, con el enterramiento del bronce. Se trata de un yacimiento Eneolítico; parece ser que estuvo ocupado desde el 4500 al 2500 a. C. Luego tendría continuidad como lugar de asentamiento temporal de pastores transhumantes durante la Edad de Bronce y sería utilizado como lugar de enterramiento ocasional de algún miembro del grupo pastoril fallecido casualmente durante su estancia. No cuenta con pinturas, pero en su excavación se encontraron alabardas, hachas, puntas de flecha, agujas de bronce y cerámica decorada, todo ello perteneciente al Bronce Medio. El bandido más famoso por la zona durante el siglo XX fue el Floro. En un enfrentamiento entre la Guardia Civil y su banda de malhechores mató a un Guardia Civil y a partir de ese momento fue muy buscado; pasó una gran temporada escondido en esta cueva. Finalmente marchó a Barcelona, donde fue detenido y trasladado posteriormente a Castellón donde le realizaron el juicio que duró casi dos años, finalmente lo condenaron a muerte y fue ejecutado con el garrote vil. La temperatura media de la cavidad, estudiada en largos registros automáticos, es extremadamente constante (tanto en verano como en invierno) sobre los 9’8º C. RESSENYA

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