Es un hecho que nos gusta viajar, si no, no tendría sentido el trabajo que hacemos en la Casa-Refugio Boixar. Descubrir, experimentar, vivir experiencias, todo son sensaciones que nos hacen vivir y aprender siempre cosas nuevas. En nuestra casa también nos gusta viajar y aprovechamos siempre los descansos para intentar hacer escapadas, antes solos y ahora con Aran, para hacerle descubrir poco a poco el mundo que le rodea.
Bueno, el hecho de esta entrada es explicar un caso curioso que nos pasó la semana pasada en Esterri d’Àneu. Nosotros intentamos escapar estas fechas por el Pirineo, después del fin de semana de Año Nuevo con mucho trabajo necesitamos desconectar. Esta vez nos alojamos en la Posada de Àneu, un rinconcito muy agradable y con unos propietarios muy atentos, tan atentos que teníamos amigos en común. Y aquí no acaban las coincidencias, con el desayuno del día empezamos a charlar con los otros clientes, unos de Matadepera y los otros de Espinelves. Los primeros resulta que tienen varios hijos y uno de ellos estuvieron en nuestra casa para la semana santa pasada. Los segundos resulta que son muy amigos de unos amigos nuestros de la Pobla de Benifassà, casualidades de la vida? Así es y sorprendentes …
Y ahora diréis, el título de la entrada? Pues el título es debido a que hablamos de la Tinença de Benifassà y del Macizo del Puerto, hablamos de su belleza, singularidad, espectacularidad y de su soledad. Si, la soledad es el mejor exponente de valor para estas montañas y la gente que las visita desde grandes ciudades o zonas muy humanizadas.
La soledad de estas montañas lleva paz y tranquilidad, aire puro y naturaleza singular. Un espacio para perderte y encontrarte a ti mismo y descubrir sin masificaciones dos parques naturales sorprendentes.
Así, con esta entrada, si nos estás leyendo, si te has sentido identificado, te esperamos en nuestro alojamiento rural, en el corazón de la Tinença de Benifassà, donde os haremos descubrir la magia de estas montañas.
Salud y feliz 2018!
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